Su nombre proviene del griego alopex (zorro), debido a que este animal cambia de pelo dos veces al año.
La alopecia areata es un tipo frecuente de pérdida de cabello que puede afectar tanto a la cabeza como a otras áreas del cuerpo. Generalmente se empieza en forma de pequeñas placas redondas que pueden ser solitarias o múltiples afectando al cuero cabelludo.
Esta enfermedad es tan común como la psoriasis, afectando al 1,7% de la población, y siendo más frecuente en pacientes jóvenes.
Tipos:
- Areata en placas: La alopecia areata suele presentarse en forma de placas redondeadas (en forma de monedas) en el cuero cabelludo, aunque también puede extenderse a otras zonas del cuerpo. La pérdida de pelo se produce en cantidad variable desde zonas más grandes a más pequeñas.
- Areata total : se pierde todo el pelo de la cabeza y la superficie del cuero cabelludo queda totalmente lisa.
- Areata universal : afecta a todo el pelo de la cabeza y cuerpo, incluso las pestañas, cejas, vello axilar o púbico.
Estos tipos de alopecia no son cicatriciales, es decir, los folículos pilosos no quedan destruidos, por lo que el pelo suele crecer de nuevo, aunque son frecuentes las recaídas si los factores desencadenantes persisten.
El cabello puede caer de formas diversas:
- Forma circunscrita o localizada.
- Forma reticulada en la que se alternan áreas irregulares sin pelo con áreas de pelo en el cuero cabelludo.
- Forma ofiásica. Se da en la zona de la nuca, formando un turbante encima de los bordes del cuero cabelludo. Este tipo de pérdida de pelo es más difícil de tratar.
- Forma difusa: forma de pérdida de pelo incompleta que afecta al cuero cabelludo entero sin las placas típicas. Este tipo puede ser difícil de diagnosticar y puede requerir la realización de una biopsia.
Detección
Es fácil detectar esta alopecia, además de por la aparición de placas, por la facilidad con la que se desprenden los cabellos contiguos. El especialista busca también pelo roto, corto y afilado. A excepción del cabello y en algunos casos de las uñas, los síntomas no afectan a otras partes del cuerpo.
Los estudios actuales sugieren que la alopecia areata es una enfermedad autoinmune, en la cual el mismo organismo fabrica anticuerpos contra una parte del folículo del pelo en una forma de auto-alergia. En los pacientes con alopecia areata se pueden demostrar anticuerpos contra otras partes del organismo incluso sin existir enfermedad en ellas.
La herencia puede tener algo que ver en algunas ocasiones. La alopecia areata es más frecuente en las familias en que hay algún miembro con asma, rinitis alérgica, dermatitis u otras enfermedades autoinmunes tales como enfermedades tiroideas, vitíligo, diabetes juvenil, artritis reumatoide, lupus eritematoso, anemia perniciosa o la enfermedad de Addison. Pero la mayoría de las personas que tienen alopecia areata son sanas.
¿Volverá a crecer el pelo?
En condiciones normales el cuero cabelludo produce constantemente cabello. En los pacientes con alopecia areata los folículos pilosos afectados sufren una disminución muy marcada de la producción de cabello. Los cabellos de las zonas afectas se vuelven muy pequeños y en la superficie del cuero cabelludo no se pueden ver durante cierto tiempo. Los folículos del cuero cabelludo permanecen debajo de la piel en un estado de hibernación y pueden ponerse a fabricar de nuevo cabello cuando reciben la señal adecuada.
La evolución de la alopecia areata es impredecible. Es verdaderamente imposible para un especialista decirle a un paciente con alopecia areata cuál será su evolución.
El trastorno emocional que produce la alopecia areata puede ser superada con conocimiento de la realidad y la ayuda de los demás.
¿De qué tratamientos se disponen?
Hay varios tratamientos disponibles, la elección de uno u otro depende de varios factores, especialmente la edad y la extensión de la pérdida del cabello. La alopecia areata puede presentarse en dos formas, una forma en el que se cae menos del 50% del cabello de la cabeza y otra en que se cae más del 50% del cabello. Estas dos formas de alopecia areata se comportan de forma bastante diferente y la elección del tratamiento depende de si se presenta de una forma o de otra. Consulte con su especialista que podrá indicarle qué tipo de solución es el más adecuada para usted, porque la buena noticia es que en la mayor parte de los casos se dispone de tratamiento.